Saturday, August 23, 2014

TODO SOBRE ÉBOLA, CHIKUNGUNYA, Y MÁS...

EN ESTE NÚMERO, TODO LO QUE ES NECESARIO SABER ACERA DE LOS VIRUS ÉBOLA Y CHIKUNGUNYA. CÓMO SE CONTRAEN, QUÉ MEDIDAS PROFILÁCTICAS HAY QUE TENER, Y QUÉ TRATAMIENTOS SEGUIR. ÉBOLA ES MORTÍFERO, CHIKUNGUNYA NO.  LOS DOS MÉDICOS ESTADOUNIDENSES QUE CONTRAJERON EL ÉBOLA TRABAJANDO EN ÁFRICA, FUERON DADOS DE ALTA, AL APLICÁRSELES UN TRATAMIENTO EXPERIMENTAL.

¿QUÉ PASA SI ALGUIEN SE ENFERMA EN UN VIAJE EN AVIÓN? TAMBIÉN ENCARAMOS LA RESPUESTA A ESTA PREGUNTA INQUIETANTE QUE TIENEN MUCHAS PERSONAS.

EN EL PRÓXIMO NÚMERO, DEDICAREMOS ATENCIÓN A LA MARIHUANA (¿AYUDA PARA CIERTOS ENFERMOS, O PSICOTRÓPICO PELIGROSO?).

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Preguntas frecuentes sobre la enfermedad por el virus del Ebola

1. ¿Qué es la enfermedad por el virus del Ebola?

La enfermedad por el virus del Ebola (denominada anteriormente fiebre hemorrágica del Ebola) es una enfermedad grave y con frecuencia letal cuya tasa de mortalidad puede llegar al 90%. La enfermedad afecta a personas y a primates no humanos (monos, gorilas y chimpancés).

Se detectó por primera vez en 1976 en dos brotes simultáneos, uno en una aldea cercana al río Ebola, en la República Democrática del Congo, y el otro en una zona remota del Sudán.

Se desconoce el origen del virus del Ebola, pero las pruebas científicas disponibles apuntan a que los murciélagos frugívoros (familia Pteropodidae) son sus huéspedes más probables.

2. ¿Cómo se infectan las personas con el virus?

La infección se produce por contacto directo, a través de las membranas mucosas o de soluciones de continuidad de la piel, con la sangre u otros líquidos o secreciones corporales (heces, orina, saliva, semen) de personas infectadas. También puede producirse cuando las soluciones de continuidad de la piel o las membranas mucosas de una persona sana entran en contacto con entornos contaminados por los líquidos infecciosos de un paciente con el virus del Ebola, como prendas de vestir o ropa de cama sucias o agujas usadas.
La OMS desaconseja a las familias y a las comunidades que atiendan en el domicilio a personas que puedan presentar síntomas de EVE. Por el contrario, deben buscar tratamiento en un hospital o centro terapéutico que disponga de personal médico y de enfermería cualificado y equipado para tratar a pacientes con EVE. En caso de que se opte por la atención en el domicilio, la OMS recomienda vivamente que se notifique a la autoridad local de salud pública y que quienes vayan a atender al paciente reciban capacitación, EPP (guantes y otras prendas), instrucciones sobre cómo quitarse y desechar dichas prendas, e información sobre cómo prevenir la transmisión de la infección y la enfermedad a los cuidadores, a otros miembros de la familia y a la comunidad.

También se han producido casos de transmisión en la comunidad durante funerales y entierros. Las ceremonias de inhumación en las que los asistentes tienen contacto directo con el cuerpo del difunto han intervenido en la transmisión del virus del Ebola. Los cadáveres de quienes hayan fallecido de EVE deben ser manipulados con ropas y guantes protectores resistentes, y ser inhumados inmediatamente. La OMS aconseja que los cadáveres sean manipulados y enterrados por profesionales capacitados, con equipo adecuado.

 3. ¿Quiénes corren mayor riesgo?

Durante un brote, quienes mayor riesgo de infección corren son:
  • el personal sanitario;
  • los familiares u otras personas que hayan estado en contacto estrecho con personas infectadas
  • los integrantes del cortejo fúnebre que hayan tenido contacto directo con el cuerpo del difunto como parte de las ceremonias de inhumación;

4. ¿Cuáles son los signos y síntomas típicos de la infección?

La enfermedad se suele manifestar con la aparición súbita de fiebre, debilidad intensa, dolores musculares, de cabeza y de garganta, síntomas que van seguidos de vómitos, diarrea, erupciones cutáneas, disfunción renal y hepática y, en algunos casos, hemorragias internas y externas.
Los resultados de laboratorio muestran disminución del número de leucocitos y plaquetas, así como aumento de las enzimas hepáticas. 

El periodo de incubación (el intervalo desde la infección a la aparición de los síntomas) oscila entre 2 y 21 días. Los pacientes son contagiosos desde el momento en que empiezan a manifestarse los síntomas. No son contagiosos durante el periodo de incubación.
Las infecciones de la enfermedad por el virus del Ebola solamente pueden confirmarse mediante pruebas de laboratorio.

5. ¿Cuándo se debe buscar atención médica?

Alguien que haya estado en una zona con casos confirmados de enfermedad por el virus del Ebola o en contacto con una persona presuntamente infectada o cuya infección se haya confirmado debe buscar de inmediato atención médica.
Todos los casos de personas presuntamente enfermas deben notificarse sin demora al centro de salud más cercano. La atención médica temprana es esencial para mejorar la tasa de supervivencia a la enfermedad. Es también importante contener la propagación de la enfermedad, para lo cual es necesario iniciar de inmediato los procedimientos de control de la infección.

6. ¿En qué consiste el tratamiento?

Los casos graves requieren cuidados intensivos. Los pacientes suelen deshidratarse y necesitan sueros intravenosos o rehidratación por vía oral con soluciones que contengan electrólitos. En la actualidad no se dispone de ningún tratamiento específico que cure la enfermedad.
Algunos pacientes se recuperarán con la atención médica adecuada.
Para contribuir a contener la propagación del virus, los casos presuntos o confirmados deben aislarse de los otros pacientes y ser tratados por personal de salud que aplique estrictas precauciones para controlar la infección.
(Nota: información extractada de documento de la Organización Mundial de la Salud.)



Declaración de la FDA
La FDA advierte a los consumidores contra productos para el tratamiento del ébola fraudulentos

La Administración de Alimentos y Medicamentos (FDA, por sus siglas en inglés) de los Estados Unidos está recomendando a los consumidores que se mantengan alerta ante los productos de venta en Internet que afirman prevenir o tratar el virus del ébola. Desde que el brote estalló en África Occidental, la FDA ha recibido y atendido denuncias de los consumidores sobre diversos productos que afirman ya sea prevenir el virus o tratar la infección del ébola.

Al presente, no hay ninguna vacuna ni medicamento aprobados por la FDA que prevengan o traten el ébola. Aunque sí se están formulando vacunas y tratamientos experimentales contra el virus, estos
productos de investigación se encuentran en sus primeras etapas de formulación, su seguridad y eficacia no han sido examinadas del todo, y su abasto es sumamente limitado. No existen vacunas, medicamentos ni productos de investigación específicamente aprobados para el ébola disponibles a la venta en internet. Por ley, los suplementos dietéticos no pueden afirmar que previene o curan enfermedades.

Quienes publicitan estos productos fraudulentos no aprobados deben rectificar o retirar estas afirmaciones de inmediato, o posiblemente enfrenten sanciones correspondientes de la FDA.   

Es importante señalar que, según los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC, por sus siglas en inglés), el ébola no plantea un riesgo significativo para el público estadounidense. Por desgracia, en casos de brote surgen con demasiada frecuencia en el mercado productos fraudulentos que
alegan prevenir, tratar o curar una enfermedad. La FDA vigila de cerca estos productos fraudulentos y estas afirmaciones falsas, y toma las medidas correspondientes para proteger a los consumidores.

El ébola es la causa de una enfermedad febril hemorrágica de naturaleza viral. Entre sus síntomas están fiebre, debilidad, diarrea, vómito, inapetencia, sangrado anormal, y dolores muscular, estomacal, de cabeza y de articulaciones. Dichos síntomas pueden presentarse entre 2 y 21 días después de entrar en contacto con el virus, pero lo más común es que aparezcan a los 8 a 10 días. 

En los Estados Unidos, el ébola no es una enfermedad transmitida por el agua ni por los alimentos, ni por el aire. El ébola se propaga por contacto directo con los fluidos corporales de una persona infectada o con objetos contaminados con el virus, tales como agujas. Quienes no presentan síntomas no pueden contagiarlo.

Se insta a los consumidores que hayan visto estos productos fraudulentos o estas falsas afirmaciones a que los denuncien ante la FDA.

La FDA, una dependencia del Departamento de Salud y Servicios Sociales de los Estados Unidos, protege la salud pública asegurando la protección, eficacia y seguridad de los medicamentos tanto veterinarios como para los seres humanos, las vacunas y otros productos biológicos destinados al uso en seres humanos, así como de los dispositivos médicos. La dependencia también es responsable de la protección y seguridad de nuestro suministro nacional de alimentos, los cosméticos, los suplementos dietéticos, los productos que emiten radiación electrónica, así como de la regulación de los productos de tabaco.


Chikungunya

Nota descriptiva N°327


Cifras y datos
  • La fiebre chikungunya es una enfermedad vírica transmitida al ser humano por mosquitos infectados. Además de fiebre y fuertes dolores articulares, produce otros síntomas, tales como dolores musculares, dolores de cabeza, náuseas, cansancio y erupciones cutáneas.
  • Algunos signos clínicos de esta enfermedad son iguales a los del dengue, con el que se puede confundir en zonas donde este es frecuente.
  • Como no tiene tratamiento curativo, el tratamiento se centra en el alivio de los síntomas.
  • Un factor de riesgo importante es la proximidad de las viviendas a lugares de cría de los mosquitos.
  • A partir de 2004 la fiebre chikungunya ha alcanzado proporciones epidémicas, y es causa de considerables sufrimientos y morbilidad.
  • La enfermedad se da en África, Asia y el subcontinente indio. En los últimos decenios los vectores de la enfermedad se han propagado a Europa y las Américas. En 2007 se notificó por vez primera la transmisión de la enfermedad en Europa, en un brote localizado en el nordeste de Italia.


La fiebre chikungunya es una enfermedad vírica transmitida al ser humano por mosquitos. Se describió por primera vez durante un brote ocurrido en el sur de Tanzanía en 1952. Se trata de un virus ARN del género alfavirus, familia Togaviridae. “Chikungunya” es una voz del idioma Kimakonde que significa “doblarse”, en alusión al aspecto encorvado de los pacientes debido a los dolores articulares.
Signos y síntomas
La fiebre chikungunya se caracteriza por la aparición súbita de fiebre, generalmente acompañada de dolores articulares. Otros signos y síntomas frecuentes son: dolores musculares, dolores de cabeza, náuseas, cansancio y erupciones cutáneas. Los dolores articulares suelen ser muy debilitantes, pero generalmente desaparecen en pocos días.


La mayoría de los pacientes se recuperan completamente, pero en algunos casos los dolores articulares pueden durar varios meses, o incluso años. Se han descrito casos ocasionales con complicaciones oculares, neurológicas y cardiacas, y también con molestias gastrointestinales. 


Las complicaciones graves no son frecuentes, pero en personas mayores la enfermedad puede contribuir a la muerte. A menudo los pacientes solo tienen síntomas leves y la infección puede pasar inadvertida o diagnosticarse erróneamente como dengue en zonas donde este es frecuente.
Transmisión
La fiebre chikungunya se ha detectado en casi 40 países de Asia, África, Europa y las Américas.

El virus se transmite de una persona a otras por la picadura de mosquitos hembra infectados. Generalmente los mosquitos implicados son Aedes aegypti y Aedes albopictus dos especies que también pueden transmitir otros virus, entre ellos el del dengue. Estos mosquitos suelen picar durante todo el periodo diurno, aunque su actividad puede ser máxima al principio de la mañana y al final de la tarde. Ambas especies pican al aire libre, pero Ae. aegypti también puede hacerlo en ambientes interiores.

La enfermedad suele aparecer entre 4 y 8 días después de la picadura de un mosquito infectado, aunque el intervalo puede oscilar entre 2 y 12 días.
Diagnóstico
Para establecer el diagnóstico se pueden utilizar varios métodos. Las pruebas serológicas, como la inmunoadsorción enzimática (ELISA), pueden confirmar la presencia de anticuerpos IgM e IgG contra el virus chikungunya. Las mayores concentraciones de IgM se registran entre 3 y 5 semanas después de la aparición de la enfermedad, y persisten unos 2 meses. 


Las muestras recogidas durante la primera semana tras la aparición de los síntomas deben analizarse con métodos serológicos y virológicos (RT-PCR). El virus puede aislarse en la sangre en los primeros días de la infección. Existen diversos métodos de reacción en cadena de la polimerasa con retrotranscriptasa (RT–PCR), pero su sensibilidad es variable. Algunos son idóneos para el diagnóstico clínico. 


Los productos de RT–PCR de las muestras clínicas también pueden utilizarse en la genotipificación del virus, permitiendo comparar muestras de virus de diferentes procedencias geográficas.
Tratamiento
No existe ningún antivírico específico para tratar la fiebre chikungunya. El tratamiento consiste principalmente en aliviar los síntomas, entre ellos el dolor articular, con antipiréticos, analgésicos óptimos y líquidos. No hay comercializada ninguna vacuna contra el virus chikungunya.
Prevención y control
La proximidad de las viviendas a los lugares de cría de los mosquitos vectores es un importante factor de riesgo tanto para la fiebre chikungunya como para otras enfermedades transmitidas por las especies en cuestión. La prevención y el control se basan en gran medida en la reducción del número de depósitos de agua naturales y artificiales que puedan servir de criadero de los mosquitos. 


Para ello es necesario movilizar a las comunidades afectadas. Durante los brotes se pueden aplicar insecticidas, sea por vaporización, para matar los moquitos en vuelo, o bien sobre las superficies de los depósitos o alrededor de éstos, donde se posan los mosquitos; también se pueden utilizar insecticidas para tratar el agua de los depósitos a fin de matar las larvas inmaduras.


Como protección durante los brotes se recomiendan llevar ropa que reduzca al mínimo la exposición de la piel a los vectores. También se pueden aplicar repelentes a la piel o a la ropa, respetando estrictamente las instrucciones de uso del producto. Los repelentes deben contener DEET (N, N-dietil-3-metilbenzamida), IR3535 (etiléster de ácido 3-[N-acetil-N-butil]-aminopropiónico) o icaridina (2-(2-hidroxietil)-1-metilpropiléster de ácido 1-piperidinocarboxílico). 


Para quienes duerman durante el día, sobre todo los niños pequeños, los enfermos y los ancianos, los mosquiteros tratados con insecticidas proporcionan una buena protección. Las espirales insectífugas y los vaporizadores de insecticidas también pueden reducir las picaduras en ambientes interiores.


Las personas que viajen a zonas de riesgo deben adoptar precauciones básicas, como el uso de repelentes, pantalones largos y camisas de manga larga, o la instalación de mosquiteros en las ventanas.
Brotes
La enfermedad se da en África, Asia y el subcontinente indio. En África las infecciones humanas han sido relativamente escasas durante varios años, pero en 1999-2000 hubo un gran brote en la República Democrática del Congo, y en 2007 hubo un brote en Gabón.


En febrero de 2005 comenzó un importante brote en las islas del Océano Índico, con el cual se relacionaron numerosos casos importados en Europa, sobre todo en 2006 cuando la epidemia estaba en su apogeo en el Océano Índico. En 2006 y 2007 hubo un gran brote en la India, por el que también se vieron afectados otros países de Asia Sudoriental. 


Desde 2005, la India, Indonesia, las Maldivas, Myanmar y Tailandia han notificado más de 1,9 millones de casos. En 2007 se notificó por vez primera la transmisión de la enfermedad en Europa, en un brote localizado en el nordeste de Italia en el que se registraron 197 casos, confirmándose así que los brotes transmitidos por Ae. albopictus son posibles en Europa.


En diciembre de 2013 Francia notificó dos casos autóctonos confirmados mediante pruebas de laboratorio en la parte francesa de la isla caribeña de St. Martin. Desde entonces se ha confirmado la transmisión local en la parte holandesa de la isla (St. Maarten), Anguila, Dominica, Guayana Francesa, Guadalupe, Islas Vírgenes Británicas, Martinica y St. Barthèlemy. Aruba solo ha notificado casos importados.


Este es el primer brote documentado de fiebre chikungunya con transmisión autóctona en las Américas.

A fecha de 6 de marzo de 2014 ha habido más de 8000 casos sospechosos en la región.
Más información sobre los vectores
Tanto Ae. aegypticomo Ae. albopictusse han visto implicados en grandes brotes de fiebre chikungunya. Mientras que Ae. aegyptiestá confinado a las zonas tropicales y subtropicales, Ae. albopictustambién está presente en regiones templadas, e incluso templadas-frías. En los últimos decenios Ae. albopictusha salido de Asia y se ha establecido en algunas zonas de África, Europa y las Américas.


En comparación con Ae. aegyptila especie Ae. albopictusprospera en una variedad más amplia de acumulaciones de agua que le sirven de criaderos, tales como cáscaras de coco, vainas de cacao, tocones de bambú, huecos de árboles, charcos en rocas, además de depósitos artificiales tales como neumáticos de vehículos o platos bajo macetas. 


Esta diversidad de hábitats explica la abundancia de Ae. albopictusen zonas rurales y periurbanas y en parques urbanos sombreados. Ae. aegypti está más estrechamente asociado a las viviendas y tiene criaderos en espacios interiores, por ejemplo en floreros, recipientes de agua y tanques de agua en baños, además de los mismos hábitats exteriores artificiales que Ae. albopictus.


En África se han encontrado varios otros mosquitos vectores de la enfermedad, entre ellos especies del grupo A. furcifer-taylori y A. luteocephalus Hay indicios de que algunos animales diferentes de los primates (roedores, aves y pequeños mamíferos) también pueden actuar como reservorios.
(Nota: Documento de la Organización Mundial de la Salud)
 
Chikungunya es una enfermedad vírica transmitida a los seres humanos por mosquitos infectados con el virus chikungunya. Los mosquitos implicados son el Aedes aegypti y el Aedes albopictus. La enfermedad fue descrita por primera vez durante un brote en el sur de Tanzanía en 1952, y actualmente se la ha identificado en Asia, África, Europa y, desde finales de 2013, en las Américas.

Síntomas y tratamiento
Los síntomas comienzan generalmente de 4 a 8 días después de la picadura de mosquitos, pero pueden aparecer en cualquier momento entre el día 2 y el día 12. El síntoma más común es una aparición repentina de fiebre, a menudo acompañada de dolor en las articulaciones. Otros síntomas incluyen dolor muscular, dolor de cabeza, náuseas, fatiga y erupción cutánea. El dolor severo en las articulaciones por lo general dura unos pocos días, pero puede persistir durante meses o incluso años. Las complicaciones graves son poco frecuentes, pero en las personas mayores, la enfermedad puede contribuir a la causa de la muerte. 

No existe una vacuna o tratamiento con medicamentos antivirales para la chikungunya. El tratamiento se centra en aliviar los síntomas.

Datos clave
  • En las Américas, la chikungunya fue hallada por primera vez en diciembre de 2013 en islas del Caribe.
  • A finales de marzo de 2014, más de 15.000 casos sospechosos fueron reportados en el Caribe.
  • Transmisión local de la enfermedad ha sido reportada en Anguila, Islas Vírgenes Británicas, Dominica, Guayana Francesa, Guadalupe, Martinica, San Bartolomé, St. Martin (parte francesa) y San Martín (parte holandesa). Aruba solo ha informado de un caso importado.
  • Los esfuerzos de prevención y control se centran en reducir el número de vectores (mosquitos) y en disminuir los hábitats naturales o artificiales que contribuyen a su reproducción.
  • La prevención también se basa en la reducción de la exposición humana a los mosquitos a través de pantallas de puertas y ventanas, el uso de repelentes de mosquitos en la piel expuesta, la utilización de camisas de manga larga y pantalones largos, y el apoyo a los programas locales de control de vectores.

Problemas de salud mientras se viaja en avión


¿Cuáles son los cuadros clínicos más frecuentes que se pueden presentar durante un vuelo, cómo se atienden, quiénes los atienden?

Estas y otras preguntas fueron las que decidieron a un grupo de ocho médicos a estudiar el tema.

Según informa la prestigiosa revista The New England Journal of Medicine, dos mil millones 750 mil personas vuelan en aviones comerciales cada año. Cuando están en pleno vuelo, ocurren emergencias  y el acceso a cuidados médicos, es limitado.

Los facultativos que hicieron este estudio describen cuáles son esas emergencias médicas, y los resultados de esas situaciones.

Para ello revisaron los registros de llamadas por emergencias médicas en vuelo en aviones que efectuaban vuelos dentro de Estados Unidos, e internacionales, hechas a un centro de comunicaciones médicas atendido por un profesional. Así pudieron caracterizar  a los problemas médicos más comunes y el tipo de asistencia a bordo que se ha brindado. 

Determinaron  la incidencia de y factores asociados con el desvío no programado de aviones para transportar a enfermos a un hospital, la admisión en un hospital, y determinaron la incidencia de muertes.

Los resultados del estudio señalan que hubo 11 mil 920 emergencias médicas que dieron lugar a llamadas al centro (una llamada cada 604 vuelos). Los problemas más comunes que se han presentado fueron síncope o pre-síncope cardiaco (37,4 % de casos), problemas respiratorios (12,1%), nausea y vómitos (9,5%). Médicos que iban como pasajeros prestaron asistencia en el 48,1% de las emergencias que se presentaron, y el desvío de aviones ocurrió en un 7,3%.

De los 10 mil 914 pacientes de los cuales se dispuso de información posterior al vuelo, 25,8% fueron transportados a un hospital por personal de servicio de emergencia médica, 8,6% fue admitido, y 0,3% falleció. Las causas más comunes para la admisión hospitalaria fueron la posibilidad de apoplejía, problemas respiratorios, y problemas cardíacos. 

 Latam-Med - Director: Lic. Milton W. Hourcade

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